Soy hijo de fotógrafo, mi formación inicial se desarrolló en el estudio y laboratorio de mi padre, haciendo y revelando fotos en blanco y negro. Se puede decir que llevo haciendo fotos toda mi vida. Desde una edad muy temprana también me encantaba viajar y poder ser autónomo para crear mis propias fotografías de los viajes. Fue entonces, con 19 años, cuando decidí trasladarme a Estados Unidos para convertirme en piloto de avión y así poder combinar mis dos pasiones: la fotografía y viajar. Después de varios años viajando, decidí iniciar mi propio negocio y puse en marcha mi primer estudio, donde comencé a realizar otro tipo de fotografías, no sólo de lugares, sino también de personas. El negocio comenzó a prosperar y tuve que dejar de volar para dedicarme por completo a la fotografía profesional.
Para poder estar a la vanguardia de la fotografía, empecé a estudiar esta materia a otro nivel, primero, pasando por los estudios de algunos grandes maestros fotógrafos de Madrid, Londres y París, como asistente de fotografía; y después, finalizando esta etapa con un Máster que me ayudó a entender definitivamente cual es mi mirada. Tras este proceso de formación, tuve la gran satisfacción de trasladar mi aprendizaje y conocimientos como profesor de una Escuela de Arte hasta el Instituto de Fotografía donde ejerzo como tutor.
Mi forma de ver la fotografía social se asocia con la interpretación, porque me gusta dramatizar la escena y cargarla de fuerza, usar cualquier tipo de luz o ambientación que me sirva para este propósito, e intentar hacerlo con una perspectiva foto-periodística. En cuanto a la fotografía publicitaria me pasa lo mismo pero el cliente es el que al final marcará en gran parte cual es la imagen definitiva para su producto.
Me gusta gustar y no escatimo ni tiempo ni esfuerzo para conseguirlo.
A pesar de todo, siempre he pensado que el conocimiento total de una materia no existe y que se puede aprender más y más, a medida que avanzas, de hecho, llevo unos años estudiando y ensayando los procesos alternativos, una mezcla de fotografía química del siglo XIX con la digital del siglo XXI. A día de hoy, puedo garantizar que hay mucho por aprender. Por estas razones, pienso que mi mejor fotografía está aún por llegar y mi mejor rodaje cinematográfico por crear... así pues continúa mi búsqueda.